viernes, noviembre 23, 2012

Prensa y mineras: gato por experto

http://lavaca.org/notas/prensa-y-mineras-gato-por-experto/

El martes pasado, en la agitada jornada del paro nacional, en el Senado de la Nación y ante muy pocos legisladores y obedientes periodistas, comenzó el primer capítulo de la gira de dos expertos del lobby pro minero: el alemán Matthias Jakob y el chileno  Pablo Wainstein. El tema: cómo derretir la Ley de Glaciares. La gira de esta pareja continuó por las provincias de San Juan, Catamarca y La Rioja y con el mismo objetivo: presentarse ante la prensa como científicos que difunden información que favorece a la industria, con la intención de presionar sobre los alcances de la aplicación de esta ley, tras la decisión que la Corte Suprema, que desestimó los amparos presentados por las multinacionales Barrick Gold, Minera Gold y la provincia de San Juan, entre otros. Pretenden así  establecer en la opinión pública lo que estos expertos enfatizaron: “Se busca impedir la actividad sin un criterio científico”. Ocultaron, sin embargo, qué criterio y qué ciencia representaban ellos.
El diario Página 12 informó sobre la exposición de los dos lobistas, pero presentándolos como “especialistas” y sin mencionar su origen: la consultora canadiense BGC, de la cual el alemán Matthias Jakob es gerente y en la cual Wainstein trabaja desde 2011.
Tal cual puede leerse en inglés y en español en la página web de esta consultora, BGC trabaja en Argentina para las siguientes empresas mineras:
  • Northern Orion Resources Inc.: Proyecto cuprífero Agua Rica, estudio de factibilidad.
  • Barrick Gold Corporation: Investigaciones de permafrost en montaña Pascua Lama.
  • Mina Alumbrera Ltd. :Mineroducto de  Minera Alumbrera.
Para tener una dimensión del lazo que une a BGC con estas empresas basta leer el recuadro destacado que colocan en la portada de su página web: Barrick Gold y  Minera Gold (las dos empresas afectadas por la Ley de Glaciares que presentaron recursos en la Corte) les ha confiado su proyecto  Pueblo Viejo, en República Dominicana, una inversión valuada en 2.6 mil millones de dólares.
Científicos  o empleados
Lo interesante de BGC es cómo trabaja: no sólo pone al servicio de las empresas mineras sus conocimientos técnicos. También ofrece científicos que publican estudios y dan conferencias. Dice textualmente BCG al presentar su oferta:  “Los servicios que ofrecemos van desde estudios de alcance y pre-factibilidad, diseño e inspección de construcciones, administración de contratos o, en forma individual, revisión sénior de proyectos y opiniones de expertos”. (el subrayado es nuestro).
Estos expertos, a quien BCG denomina “empleados” tiene una virtud: todas sus investigaciones, antes de divulgarse, son revisadas “por la industria” minera. Es decir, por las empresas. Así lo confiesa textualmente:
“En BGC contamos, además, con un cuerpo técnico de más 80 empleados con nivel de posgrado, muchos de los cuales actualmente están trabajando en proyectos de investigación. Nuestro personal ha publicado más de 200 ensayos y artículos revisados por la industria, en revistas técnicas y capítulos de libros, y los han presentado en seminarios y conferencias”.
Señala, además: “En BGC participamos en numerosos proyectos de investigación financiados por la industria privada. Algunos miembros del personal de BGC trabajan como profesores adjuntos en la Universidad de British Columbia y se les ha invitado a ofrecer conferencias en una serie de universidades”.
Nada de esto fue advertido por el diario de Página 12 al reseñar la disertación de los empleados de BGC, pero no pasó desapercibido para la Unión de Asambleas Riojanas, que en un comunicaron informaron:
  “Denunciamos que los dos disertantes en este evento, el Dr. Matthias Jakob y el Dr.   Pablo Wainstein pertenecen a la Consultora canadiense BGC, empresa internacional sede en Vancouver, costa occidental de Canadá, que se ha expandido a América del             Sur, África, Europa y Australia con una constante: ir .de la mano de las mega mineras  multinacionales (Barrick, Río Tinto, Northern Orion Resources Inc, Placer Dome, etc). Están asociados al proyecto binacional Pascua Lama, y en Catamarca a Agua Rica y   Alumbrera, entre muchos otros.”
El secretario de Ambiente de la Rioja, Nito Brizuela presenta a los “expertos”  Matthias Jakob y Pablo Wainstein.
El secretario de Ambiente de la Rioja, Nito Brizuela presenta a los “expertos” Matthias Jakob y Pablo Wainstein


sábado, septiembre 29, 2012

la energia nuclear siempre trae mas riesgos que beneficios

ahora que en Arg se esta pensando en ampliar los recursos energeticos, especialmente mas centrales hidroelectricas y nucleares, es bueno recordar esta nota del 22 de agosto de 2012 que paso un poco inadvertida...
abajo la nota.
como todo, como con los agrovenenos, como con el bombardeo electromagnetico, con todas las cosas que ha inventado el hombre desde la segunda mitad del sigo XX, en la mayoria de las veces los riesgos de su mal uso, de su posible falla, de su escondida toxidad, de la ineficiencia, de la corrupcion, de la falta de control, de la mentira, son de las personas comunes, sobre todo de las que viven en el territorio donde esos riesgos se manifiestan como canceres, malformaciones, infertilidad, reduccion de la salud; en cambio los beneficios (materiales y de poder) siempre son para las grandes corporaciones, los gobiernos, y los que ya tienen mucho poder. hay que recordar que el origen tanto de las grandes corporaciones quimicas (tanto agro, como farma, como alimenticias) fue la guerra. la mayor parte de las grandes corporaciones desde basf, pasando por monsanto o dupont tienen sus origenes en las guerras I y II mundial como proveedores de veneos, gases, y armas a los ejercitos tanto alemanes como aliados. sino lean El veneno nuestro de cada dia de Marie-Monique Robin. ademas, siendo especificos sobre la energia nuclear, se sabe, hay montones de estudios, que es muy cara de producir y potencialmente letal si llega a fallar (si no veamos Fukushima) y en general hay un manto de cobertura de todas las fallas que han y siguen sucediendo.  aca la nota y a continuacion otra de Raul Montenegro.

http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-201611-2012-08-22.html


Preguntas por Atucha.

Por Eduardo Videla

Organizaciones ambientalistas reclaman a la Autoridad Regulatoria Nuclear de la Argentina que informe qué medidas va a adoptar para determinar si la central atómica de Atucha I presenta riesgos en su estructura. Se basan en un informe de la Agencia de Energía Nuclear de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo, según el cual la planta ubicada en la localidad de Lima, provincia de Buenos Aires, tiene una vasija de acero idéntica a la que posee una central que fue cerrada días atrás en Bélgica para verificar si tiene una falla en su estructura.

El 8 de agosto último, la Agencia Federal de Control Nuclear de Bélgica detectó, tras una parada de rutina, una serie de posibles fisuras en la vasija de presión del reactor Doel-3. Ante esa situación, dispuso el cierre preventivo de la planta para hacer los estudios correspondientes.

La vasija de acero de esa central había sido construida por la empresa RDM, de Holanda, que ya no existe. Esa compañía había provisto de ese equipamiento a otros 21 reactores, distribuidos en ocho países. Tres de ellos ya cerraron: dos en Alemania, en 2011, y uno en Holanda. Ocho funcionan en los Estados Unidos.

Cuando Le Monde publicó, el 9 de agosto, que uno de los reactores con vasijas RDM estaba en la Argentina, las organizaciones pidieron a la Autoridad de Regulación Nuclear que informara si efectivamente alguna de las centrales del país cuenta con ese equipamiento y si se iba a adoptar alguna medida para descartar que se hubieran producido aquí las mismas fallas.

Ahora, la Agencia de Energía Nuclear confirmó que la central de Atucha I está en la lista de 22 reactores con vasijas de presión provistas por RDM. Esos recipientes contienen el líquido refrigerante que contribuye a enfriar el núcleo del reactor. “Si hay una grieta, se puede producir una filtración de ese líquido moderador y el núcleo se recalentaría hasta producir la fusión, como ocurrió en Fukushima”, advierte a Página/12 Mauro Fernández, de la Campaña de Clima y Energía de Greenpeace. Admitió, sin embargo, que un episodio de esas características no se produciría sin registrar antes evidentes signos de alarma.

Lo que por ahora alarma a las organizaciones ambientalistas es el silencio oficial, Greenpeace, la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) y Los Verdes presentaron el 14 de agosto un pedido de información pública a la ARN y a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) para que confirmaran si la empresa RDM actuó como proveedora de una central atómica argentina. El pedido contó con la adhesión del Taller Ecologista de Rosario, la organización M’biguá, de Entre Ríos, y Funam, de Córdoba.

“Hasta ahora no se ha logrado ninguna respuesta de parte de las autoridades”, explicó Juan Carlos Villalonga, de Los Verdes. “La ARN debe clarificar la situación de Atucha I y definir, de manera inmediata, cuál será la estrategia que seguirán para evaluar la integridad de su recipiente de presión”, continuó.

Fernández, de Greenpeace, alertó que “hay 22 millones de argentinos que viven a menos de 300 km de Atucha y podrían ser afectados por un accidente grave en la planta. La ARN debe dejar de esconder información y realizar una comunicación transparente de la situación”.

“Se trata de información pública vital para la comunidad que nuestra Autoridad Regulatoria Nuclear debe responder, más aún luego de que la Agencia de Energía Nuclear de la OCDE confirmó que Atucha I está en el listado de los 19 reactores provistos por RDM”, agregó María Eugenia Di Paola, de FARN.

La Argentina cuenta con dos centrales atómicas en actividad y una tercera que está en construcción. La primera es Atucha I, ubicada en Lima, partido de Zárate, inaugurada en 1974. La segunda es Embalse, en Córdoba, que se puso en marcha diez años después. La primera genera 341 megawatts; la segunda, 600 megawatts. La tercera central, Atucha II, se comenzó a construir en 1981. Debía estar terminada en 1987, pero su construcción se paralizó hasta que se retomó en 2006. Estaba previsto que entrara en funcionamiento este año.



http://www.fmvoxucacha.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=520:escribe-raul-montenegro-qfukushima-esta-mas-cerca-de-lo-que-creemosq&catid=1:interes-general&Itemid=22


El presidente de la FUNAM continúa con las repercusiones ante lo sucedido en Japón y los riesgos de accidentes en las Centrales Nucleares. En el presente informe analiza las situaciones en los países de Alemania, Japón y Argentina. LEER

Fukushima está más cerca de lo que creemos

Por Dr. Prof. Raúl A. Montenegro, Biólogo

Profesor titular de Biología Evolutiva en la Universidad Nacional de Córdoba. Presidente de la Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM) y Premio Nóbel Alternativo 2004 (RLA, Estocolmo, Suecia).



Japón tiene 55 centrales nucleares, 14 de ellas localizadas en la zona afectada por el terremoto y el tsunami ocurridos a mediados de marzo. Once enfrentaron problemas y seis sufren situaciones extremadamente graves, en particular Fukushima Daiichi. Para entender porqué Argentina no está exenta de tener un accidente nuclear nivel 7 en la escala INES [1] –el peor posible- y porqué sus ciudadanos no están preparados para enfrentarlo, haremos un breve recorrido por las realidades nucleares de Japón, Alemania y nuestro país. Si los gobiernos de la nación y algunas provincias no aprenden la lección de Fukushima estaremos condenados a repetir sus mismos errores. Solo que después de grandes accidentes nucleares no suele haber una segunda oportunidad.

Japón

Antes del terremoto del 11 de marzo de 2011, las autoridades nucleares de Japón y los operadores privados (entre ellos TEPCO, responsable de Fukushima I) consideraban que las centrales de Fukushima I, Fukushima II, Onagawa y Tokai podían resistir terremotos y tsunamis de máxima intensidad. Ese día a las 14:46 JST (tiempo estándar de Japón) se produjo en la costa nordeste un terremoto con 8,9 grados de intensidad en la escala de Richter. A las 15:41 llegó el tsunami. En Fukushima I funcionaban los reactores 1, 2 y 3 (no así las unidades 4, 5 y 6, fuera de servicio). En Fukushima II los reactores de potencia 1, 2 y 3, en Onagawa otros tres reactores y en Tokai la unidad II, cuya unidad I ya fue desmantelada. Todos ellos, pero muy especialmente los reactores de Fukushima I, colapsaron. Comenzó entonces la creciente fuga de materiales radiactivos al ambiente, que continúa en este momento. También se iniciaron evacuaciones masivas en las comunidades más cercanas. Por primera vez en la historia nuclear de la humanidad se accidentaron varios reactores al mismo tiempo. Originalmente la situación de Fukushima se asimiló a un evento nuclear nivel 4 en la escala del INES (que va de 0 a 7), pero a medida que se agravaba la cadena de sucesos se alcanzaron los grados 5 y 6 y muy posiblemente el temido nivel 7. El mismo nivel de Chernobyl.

Las centrales nucleares del nordeste japonés no resistieron la fuerza del terremoto y del tsunami. Pese a las reiteradas garantías de seguridad que históricamente declamaron la autoridad nuclear de Japón y los operadores privados, las estructuras, funcionamiento y dispositivos de emergencia de los reactores colapsaron. Se potenciaron entonces entre sí numerosas crisis: destrucción masiva, mortandad, miles de heridos, redes viales deterioradas, interrupción en el suministro de combustible, electricidad y alimentos, problemas de transporte, comunicaciones defectuosas y réplicas intermitentes del terremoto, que todavía continúan. La preparación de la sociedad civil para enfrentar terremotos, tsunamis y accidentes tecnológicos explica porqué no hubo centenares de miles de muertos en una de las regiones más densamente pobladas del planeta. La sociedad respondió pero no sucedió lo mismo con las autoridades nucleares del gobierno, quienes –en las últimas décadas- no lograron advertir que concentrar muchos reactores nucleares sobre superficies pequeñas y cercanas a grandes centros poblados era un despropósito, sobre todo en un país que soportó históricamente fuertes terremotos y tsunamis. Lo curioso es que siendo el único país de la Tierra donde la insensatez de un enemigo hizo estallar dos bombas nucleares sobre población inocente, Japón desarrollara la misma tecnología que generó las bombas "Little Boy", a base de Uranio 235, y "Fat Man", con Plutonio 239.



Alemania

La canciller alemana Angela Merkel reaccionó con rapidez ante la tragedia humana, ambiental y tecnológica de Japón. El 15 de marzo de 2011 aplazó por tres meses la extensión de la vida útil de 17 reactores nucleares, y un día después paralizó "temporalmente" las 7 centrales más antiguas de Alemania. Tomó esta decisión aunque el país no tenga riesgo de grandes terremotos ni tsunamis [2]. Decisiones similares están siendo adoptadas en distintos países. Hasta el 17 de marzo de 2011, 10 de los 31 países que poseen reactores nucleares de potencia anunciaron la paralización de nuevos proyectos y dispusieron una profunda revisión de su seguridad.



Argentina

Contrariamente a lo sucedido en Alemania, donde se adoptó una rápida medida preventiva, el Gerente de Relaciones Institucionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Gabriel Barceló, descartó que lo ocurrido en Japón pueda suceder en Argentina pues nuestro país "usa una diferente tecnología y además no estamos en zona sísmica" [3]. Esta aseveración es incorrecta. Las tecnologías son diferentes pero los materiales radiactivos que se manejan son igualmente peligrosos y los sismos –por otra parte- no son la única causa de accidente nuclear. Cualquier reactor puede sufrir un accidente nivel 7.

Ese máximo accidente "posible" puede ser el resultado de varios factores, aislados o que actúan en forma simultánea.

Primero, actividad sísmica. La central de Embalse en Córdoba está localizada sobre la falla de Santa Rosa, en una región donde ya se han registrado movimientos sísmicos importantes: magnitud 5,5 e intensidad VII en 1947 y magnitud 6,0 e intensidad VIII en 1934. La "falla del frente occidental de la Sierra Chica" se extiende desde Carlos Paz hasta Berrotarán y Elena. Su potencial para generar sismos es desconocido. En la región también se encuentra la falla de Las Lagunas, cercana a Sampacho –localidad destruida por un sismo en 1934- que llega hasta Río Cuarto [4].

Segundo, fallas humanas. El 30 de junio de 1983 la central nuclear de Embalse sufrió un grave incidente que no llegó a descargar material radiactivo al ambiente. Pero delató “fallas en el diseño, errores en los documentos y procedimientos, y desaciertos en la organización interna”. Este crudo diagnóstico está contenido en un documento del IRS, oficina de las Naciones Unidas con sede en Austria que centraliza los informes sobre incidentes. La CNEA, además de mantenerlo en secreto, tardó tres años en comunicar lo sucedido al IRS. Recién se conoció cuando la revista Der Spiegel, que tuvo acceso a 250 informes secretos, lo publicó en Alemania en 1987.

Tercero, fallas técnicas. Los reactores Candu tienen fallas inherentes a su diseño que explican por ejemplo las numerosas descargas de agua pesada radiactiva descargadas al lago de Embalse. Por ejemplo, febrero-marzo de 1986, agosto de 1987, septiembre de 1987, diciembre de 1987, diciembre de 1995 y octubre de 2003 [5]. Los Candú son particularmente sensibles a ciertos tipos de accidentes [6].

Cuarto, impacto de avión comercial de gran porte por accidente o acto terrorista contra el reactor o contra el depósito de combustible nuclear agotado.

Es importante señalar que Embalse tiene dos sitios extremadamente peligrosos, uno muy protegido por "barreras de ingeniería", el corazón del reactor, y otro menos protegido estructuralmente, el depósito de combustible nuclear agotado. Allí están depositadas las barras de descarte, altamente radiactivas, que se produjeron durante sus 28 años de operación (1983-2011). Al final de su vida útil estaría acumulando más de 120.000 barras que mantienen su peligrosidad durante 1.000 a 1.500 siglos. La situación en Atucha I es similar. Si un Boeing 767 impactara contra esos depósitos, el combustible nuclear se fragmentaría y los residuos radiactivos, transportados en altura por la corriente convectiva del incendio, podrían diseminarse. El viento generaría sucesivas "plumas de contaminación" o nubes. Chernobyl y Fukushima han mostrado que esta contaminación puede afectar zonas muy extensas, incluso a gran distancia de los reactores accidentados [5].



Embalse y Atucha I liberan rutinariamente materiales radiactivos

Las centrales nucleares de Argentina solo son controladas por la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) cuyos miembros siempre mantuvieron estrechas relaciones con CNEA y NASA (Nucleoeléctrica Argentina S.A.), que opera los dos reactores. Los gobiernos de las provincias de Córdoba y Buenos Aires –por otra parte- no controlan adecuadamente los reactores nucleares de Embalse y Atucha I, ni preparan a las poblaciones locales para el "peor accidente posible" (nivel 7 del INES). Además de la liberación accidental de materiales radiactivos –usualmente no informadas a la población- ambos reactores descargan rutinariamente una larga lista de radioisótopos al ambiente.

Embalse por ejemplo libera al lago, entre otros, Tritio 3, Zirconio 95, Cesio 137 y 134, Estroncio 90, Cromo 51, Niobio 95, Cerio 141 y 144, Gadolinio 153, Iodo 131, Rutenio 106 y 103, Cobalto 60, Antimonio 125, Bario 140, Manganeso 54, Plata 110 M, Zinc 65 y Curio 51. El aire –en tanto- recibe Tritio 3, Xenón 133, Xenón 135, Kriptón 85, 85 M y 88, Niobio 95, Zirconio 95, Cerio 144, Rutenio 103. Cerio 141, Antimonio124 y 125, Cobalto 60, Hierro 59, Plata 110m y Iodo 131. Todos son de riesgo y dado que algunos tienen vidas medias largas como el Tritio 3 (12,3 años), el Cesio 137 (30,1 años), el Estroncio 90 (28,7 años) y el Cobalto 60 (5,2 años) es muy posible que se hayan acumulado en las cadenas alimentarias del lago y del suelo. El Cesio 137, químicamente similar al potasio, ingresa por ejemplo en tejido muscular y el Estroncio 90 –similar al calcio- en tejido óseo. Dado que el gobierno de la provincia de Córdoba no controla a NASA –la operadora de la central- se ignora lo que está sucediendo. En Atucha I –donde las principales descargas se vuelcan al río Paraná- la situación es parecida.



A nivel de radiación ionizante no hay niveles inofensivos

La radiación ionizante emitida por los materiales radiactivos es dañina para las células, tejidos y organismos vivos. Incluso la exposición a la radiación natural de fondo, relativamente baja, implica riesgos. Cualquier aumento de ese fondo aumenta la posibilidad de efectos negativos. Cada ciudadano debe saber que biológicamente ningún umbral de radiactividad es seguro. Maurice Errera de la Universidad de Bruselas lo expresa muy claramente: “todo aumento de radiación, por pequeño que sea, es susceptible de incrementar la incidencia de enfermedades hereditarias o del cáncer”. El descubrimiento del efecto Petkau cambió la historia del impacto sanitario. Hoy sabemos que las pequeñas dosis de radiación también pueden afectar a las células vivas y su material genético (ADN), y generar cáncer. La radiación actúa de dos formas, directamente cuando las partículas Alfa y Beta y los rayos Gamma alcanzan las células vivas. Indirectamente cuando los átomos "impactados" por esa radiación pierden sus electrones, y éstos actúan como si fueran balas dañinas sobre otras células y sus respectivos materiales genéticos. Los efectos de la radiación, sin embargo, suelen aparecer bastante tiempo después de la exposición. La radiación ionizante, que no tiene olor, ni se ve, ni se toca, enferma y mata en silencio [5].



Córdoba, con más Tritio radiactivo que Buenos Aires

En Córdoba, el lago de Embalse recibe los mayores impactos de la central nuclear de Embalse. Además de las varias decenas de materiales radiactivos que descarga rutinariamente la central, su circuito terciario sobrecalienta las aguas del lago en más de 3 grados centígrados. Uno de los radioisótopos críticos que vuelca es el Tritio 3, cuya vida media es de 12,43 años. Los habitantes de Embalse, por ejemplo, consumen agua potable con 220 becquerelios por litro de Tritio 3. Para la CNEA este valor está “por debajo” de sus límites. Pero para la Directiva 98/93 de la Comunidad Europea, aprobada el 3 de noviembre de 1998, el límite aceptable para agua potable es 100 becquerelios por litro. ¿Porqué un habitante de Embalse debe consumir agua con 500 veces más Tritio 3 que un habitante de Buenos Aires o Roma, sabiendo lo que hoy sabemos sobre el efecto de las pequeñas dosis? CNEA y otras oficinas federales minimizan esta realidad pero sin dar cifras [7].



En Argentina la población no está preparada para enfrentar accidentes nucleares

En Embalse y Atucha I, las tres instituciones nucleares de Argentina, ARN, CNEA y NASA, organizan simulacros de accidente nuclear "menor" solamente en un radio de 10 kilómetros alrededor de cada reactor nuclear. Su plan de evacuación de personas se limita, en cada caso, a 3 kilómetros alrededor de las plantas. Fukushima y Chernobyl muestran hasta qué punto estas distancias son insignificantes. Tokio, que se ha estado preparando para reducir la exposición a residuos radiactivos transportados por aire, está ubicada a 224 kilómetros de Fukushima. En Chernobyl la contaminación radiactiva alcanzó lugares situados a 700 kilómetros de distancia e incluso más lejos.

De allí que en Argentina millones de personas queden marginadas de los sistemas de prevención. Nunca se elaboraron planes ciudadanos con consignas para que cualquier poblador de las ciudades de Río Cuarto o Villa María en Córdoba, o de Rosario en Santa Fe, o de la ciudad de Buenos Aires sepan cómo actuar ante el peor accidente posible. Ni siquiera se han acordado tareas conjuntas con Uruguay para que sus ciudadanos también estén preparados. CNEA se limita a decir que la probabilidad de accidente nuclear es baja y que la tragedia de Fukushima no podría ocurrir en nuestro país.

Al excluir la mayor parte de la población de las consignas de seguridad, las autoridades nucleares de Argentina cometen un error social trágico. Para evitar eventuales críticas y temores prefieren no preparar a la población que vive más allá del radio de los 10 kilómetros alrededor de Embalse y Atucha I.

Pero ellos no son los únicos responsables. Los gobiernos de la provincias potencialmente afectadas por un accidente nuclear nivel 7 en la escala del INES –ya sea en Embalse o Atucha I- también siguen mirando para otro lado. El caso de Córdoba es particularmente grave. La Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM) le entregó al gobernador Juan Schiaretti, en noviembre de 2010, un Plan Ciudadano con consignas para que los pobladores sepan cómo actuar ante un accidente nuclear. A la fecha (marzo de 2011) el gobernador nunca respondió. De allí que FUNAM esté analizando la posibilidad de accionar judicialmente contra el gobernador y haya decidido, unilateralmente, distribuir públicamente el Plan Ciudadano.



Las limitaciones de las pastillas de Iodo

Durante los accidentes nucleares suelen liberarse cantidades importantes del radioisótopo Iodo 131, que tiene una vida media de 8,1 días [8]. Al igual que todos los materiales radiactivos es una sustancia cancerígena. Por eso se distribuyen pastillas de Iodo estable (no radiactivo) entre la población. Al saturarse la glándula tiroides y estar la persona expuesta al Iodo 131 radiactivo, la glándula no lo fija y el radioisótopo se elimina, mayoritariamente, por orina y materia fecal. Lo que no explican con claridad las autoridades nucleares es que las pastillas de Iodo solo sirven para detener las formas radiactivas del Iodo. No ayuda a eliminar el Cesio 137 ni el Estroncio 90 ni ninguno de los otros materiales radiactivos descargados durante un accidente nuclear. Tampoco "absorbe" la radiación. Debido a esta confusión muchas personas creen que tomando pastillas de Iodo quedan protegidas de todos los materiales radiactivos y de la radiación, lo que no es cierto.



Argentina ya tuvo su accidente grado 4 en la escala del INES

Argentina figura en los listados de accidentes nucleares importantes debido al grave accidente que ocurrió en el reactor de investigación RA-2 en el Centro Atómico Constituyentes, en Buenos Aires (CAT). El 23 de septiembre de 1983 estaba realizándose allí un experimento que requería cambiar la configuración del "corazón" del reactor. Se produjo entonces una "excursión crítica" (reacción fuera de control) que expuso al operador a 2.000 rad de radiación Gamma y 1.700 rad de neutrones, lo que produjo su muerte dos días después. Otras 17 personas ubicadas fuera de la habitación del reactor recibieron dosis que variaron entre 35 rad (0,35 Gy) y menos de 1 rad (0,01 Gy). Este accidente fue calificado como nivel 4 en la escala del INES [5].



En Argentina debe revisarse el programa nuclear y someterse a revisión independiente los sistemas de seguridad de sus reactores de potencia y experimentales. Propuestas.

En nuestro país están definiéndose obras que ponen en peligro sanitario y ambiental vastas regiones geográficas y ciudades muy pobladas. Esto se debe a la gran movilidad de los contaminantes atmosféricos en caso de accidente con descarga masiva de radioisótopos. En Japón las sustancias radiactivas eliminadas desde Fukushima están llegando a Tokio, la ciudad más poblada del planeta (con 35,8 millones de habitantes), que se encuentra a 224 kilómetros de distancia.

En Argentina el gobierno nacional alienta la consolidación de un "parque" de reactores en Lima en la provincia de Buenos Aires que integra, en la actualidad, Atucha I (en operación), Atucha II (en construcción) y el CAREM 25 (en construcción). Es intención del gobierno nacional agregar además la proyectada Atucha III. El ya antiguo reactor de Atucha I se encuentra a 120 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires y próximo a ciudades del Uruguay. Si ocurriera un accidente nivel 7 afectaría potencialmente a la Argentina, Uruguay y posiblemente parte del sur de Brasil. Las "plumas" de contaminación radiactiva podrían alcanzar Uruguay por aire y por agua (río Paraná, río de la Plata). Entre las localidades uruguayas con ubicación crítica se encuentran Fray Bentos, Mercedes, Dolores, Carmelo y Colonia.

En la provincia de Córdoba los gobiernos nacional y provincial tomaron la decisión de extender la vida útil de la central nuclear de Embalse por 25 años violando, abiertamente, la ley provincial de Ambiente 7.343, el decreto provincial 2.131 sobre Evaluación de Impacto Ambiental y la ley Nacional de Ambiente 25.675, que prevé la realización de Audiencias Públicas. Esta decisión –pese a la oposición pública y los reclamos de FUNAM, iniciados en 2005- ignoró por completo a los ciudadanos de la provincia.

De sumarse la vida útil ya cumplida, el tiempo que aún queda de operación (2011-2012) y la extensión (25 años) se sobrepasa el medio siglo de funcionamiento. Esto aumentaría los riesgos de accidente del reactor, pese a la renovación de partes, pues funcionaría con muchos elementos antiguos e impactados. Crecería además el efecto negativo de sus descargas radiactivas al ambiente (rutinarias, accidentales), en particular sobre el lago de Embalse y el río Ctalamochita, pues se incrementaría la acumulación de radioisótopos de larga vida media. En caso de accidente nivel 7 debe recordarse que Embalse dista apenas 35 kilómetros de Río Tercero, 86 kilómetros de Alta Gracia, 110 kilómetros de Río Cuarto y 120 kilómetros de Córdoba, la segunda ciudad más poblada de Argentina.

Al noreste del país, la nación y el gobierno de Formosa pretenden instalar junto al río Paraguay un reactor CAREM de 150 MW. Se desconocen los estudios de impacto ambiental y no ha habido consultas públicas. Este reactor es experimental pues nunca antes se construyó en forma completa un CAREM 150. Solo hubo pruebas de la unidad crítica que violaron en su momento la legislación de la provincia de Río Negro (1997) y se está construyendo un prototipo, el CAREM 25, en Lima (Buenos Aires). En caso de accidente nivel 7 en la escala del INES podrían verse afectados el noreste de Argentina y Paraguay. Resulta llamativo que los gobiernos de la Argentina y Formosa sigan adelante con este proyecto experimental sin haber consultado previamente al gobierno de Paraguay y sin que se conozca la posición de los paraguayos. Una eventual pluma de contaminación que se extendiera por el río Paraguay podría afectar además las provincias de Chaco y Corrientes, e incluso otros lugares ubicados aguas abajo (después de la confluencia Paraguay-Paraná).

En plena democracia el gobierno de la Nación y algunos gobiernos provinciales vuelven a repetir la mecánica autoritaria de los gobiernos militares, principales impulsores del programa nuclear.

Argentina debe replantear su costoso programa nuclear en base a debates amplios e informados y consultas públicas, en particular porque la nación impulsa –unilateralmente- la consolidación del primer parque de reactores nucleares de América Latina en Lima (Buenos Aires) cuando Fukushima mostró, dramáticamente, lo peligroso que resulta concentrar en una misma localidad varios reactores nucleares ubicados –además- a distancia crítica de grandes centros poblados.

Urge suspender la extensión de la vida útil de la central nuclear de Embalse e investigar administrativa y judicialmente porqué se decidió dicha extensión sin respetar las leyes y sin audiencia pública. También debe suspenderse la construcción del reactor CAREM de Formosa, un proyecto que ignoró a los ciudadanos del nordeste de Argentina y al Paraguay.

Asimismo debe someterse a revisión externa la seguridad de todas las instalaciones nucleares, no solamente reactores (centros atómicos, planta de enriquecimiento de uranio, minas de uranio sin remediar, Dioxitek etc.), y encarar estudios ambientales y epidemiológicos independientes para conocer los impactos negativos que ya provocaron las actividades nucleares sobre los ecosistemas y la salud. Para ello será necesario convocar a universidades, centros de investigación y organizaciones de la sociedad civil. En este contexto debe analizarse la viabilidad y seguridad de Atucha II y del CAREM 25. Finalmente, las actividades nucleares de Argentina no pueden seguir siendo fiscalizadas por un organismo como la Autoridad Regulatoria Nuclear, que ha mostrado vínculos profesionales, técnicos y políticos con la propia CNEA y NASA.

Nuestro país necesita Planes Ciudadanos para que las distintas comunidades puedan reaccionar adecuadamente ante accidentes nucleares. Es preciso revisar además los actuales simulacros para que incluyan el peor accidente posible (nivel 7 en la escala del INES).

Argentina debe desarrollar una Política Energética de Estado en base a la participación de los gobiernos, de los partidos políticos y de distintos actores no gubernamentales para generar un programa de largo plazo que no aísle la cuestión energética del ambiente, de la propia sociedad y del escenario mundial. En este enfoque las conductas de ahorro, las tecnologías sustentables y las fuentes blandas deben tener prioridad. No puede ser que las decisiones e inversiones en materia energética sean decididas en Argentina desde un ministerio nacional, grandes intereses corporativos y una total ausencia de consulta. Lo que debe quedar claro es que Argentina no debe fabricar la trampa en que ya cayó Francia, donde más del 80% de la energía eléctrica que se consume es de origen nuclear. Además de numerosas alternativas energéticas y fuentes blandas (eólicas, solares, fotovoltaicas, de biomasa residual, etc.) existe la estrategia del ahorro energético, insuficientemente desarrollada en nuestro país. Todas estas alternativas son más baratas y menos peligrosas que la nuclear, y no dejan residuos radiactivos que por su larga vida media comprometen la salud y el ambiente de futuras generaciones. No es razonable que reactores nucleares con vidas útiles de apenas 30 años generen grandes volúmenes de residuos que siguen siendo radiactivos durante 1.000 a 1.500 siglos.

Depender de una tecnología absurdamente cara y peligrosa en lugar de consolidar matrices energéticas variadas y más sustentables es suicida. Japón –víctima de ese suicidio- le acaba de asestar un golpe durísimo al mito nuclear, mito que nació del militarismo, la sospecha y la corrupción.

Si los ciudadanos e instituciones no logramos romper la tradición de hermetismo, secreto y autoritarismo con que se edificó el fastuoso programa nuclear de Argentina –que apenas provee del 5 al 6% de la energía eléctrica- entonces deberemos prepararnos para resistir sus impredecibles efectos colaterales. No olvidemos que un solo accidente nuclear grave puede hacer colapsar durante décadas y siglos una región entera. Fukushima está más cerca de lo que creemos.



Referencias

[1] INES, Escala Internacional de Eventos Nucleares. El grado 6 fue asignado por la Autoridad de Seguridad Nuclear de Francia (El País, Madrid, 15 de marzo de 2011).

[2] En Europa las instituciones nucleares tienen una posición muy crítica sobre los accidentes ocurridos en Japón. El Comisario europeo de Energía, Günther Öttinger calificó como "fuera de control" la situación en Fukushima (El País, Madrid, 16 de marzo de 2011).

[3] "CNEA: en Argentina no podría pasar lo que sucede en Japón". Noticia de la Agencia TELAM, 14 de marzo de 2011. La aseveración de G. Barceló es técnicamente incorrecta pues Argentina tiene zonas sísmicas.

[4] Estas fallas están siendo estudiadas por la Universidad Nacional de Río Cuarto. El geólogo Guillermo Sagripanti –a cargo de los estudios- expresó que la zona de Río Cuarto "es sísmicamente activa". Ver La Voz del Interior (Córdoba), 15 de marzo de 2011 y diario Puntal (Río Cuarto) 16 de marzo de 2011.

[5] Montenegro, R.A. 2007. "The nuclear programme of Argentina and the creation of nuclear-free zones for reducing risks of nuclear facilities". In: "Updating International Nuclear Law", Eds. H. Stockinger, J. Van Dyke, M. Geistlinger, S. K. Fussek y P. Marchart, Ed. NW Verlag, BMW Berliner Wissenschaftsverlag & Intersentia, Wien-Graz, pp. 259-284.

[6] El reactor nuclear Candú de Embalse tiene problemas que le son propios: 1) Mayor probabilidad de pérdida de agua pesada desde el circuito primario dada la complejidad de su tubería. 2) El reaprovisionamiento de combustible mientras continúa funcionando el reactor introduce factores adicionales de riesgo. 3) Las sucesivas fallas y roturas de los tubos de presión está relacionada con la misma aleación de Zirconio-Niobio utilizada en las tuberías de Chernobyl. 4) La combinación de uranio natural-agua pesada tiene serias implicancias en materia de seguridad. El coeficiente de reactividad es positivo, de allí que cualquier accidente que ocasione la pérdida de refrigerante pueda acarrear escape de energía. 5) El uso de agua pesada genera grandes cantidades de Tritio 3 radiactivo, y el uso generoso de Zirconio en el núcleo tiene como consecuencia un elevado potencial de reacción Zirconio-vapor de agua. 6) No está diseñado para soportar los peores accidentes que involucran extensas reacciones de Zirconio-vapor de agua, explosiones de hidrógeno y vapor de agua, y ruptura de las modalidades comunes de los ciclos de enfriamiento primarios y secundarios dentro de la contención.

[7] Según datos de la Autoridad Regulatoria Nuclear (1998) los valores de Tritio 3 en aguas del Embalse de Río Tercero, en Córdoba, son 32 a 520 veces más altos que los medidos en el río Paraná en inmediaciones de Atucha I. Las cifras de Tritio 3 en el agua potable que consumen los pobladores de Embalse, en tanto, son 34 a 367 veces más altas que las registradas en agua subterránea (potable) de pozos situados 5 kilómetros al sur de Atucha I (provincia de Buenos Aires). Ver [5].

  [8] Cada material radiactivo tiene una vida media observada. Cuando se dice que el Iodo 131 tiene una vida media de 8,1 días implica lo siguiente: si tengo 100 gramos de Iodo 131 a los 8,1 días quedará la mitad, es decir 50 gramos; a los 16,2 días la mitad de la mitad, 25 gramos, y así sucesivamente

miércoles, agosto 22, 2012

Argentina to maintain use of agrochemicals (from Aljazeera)


Americas


2
Activists claim the excessive use of chemical sprays were toxic to poorer communities residing near crop farms
Susana Marquez couldn't stop crying when she heard the sentence in the courtroom in Cordoba. She was hoping that the men accused of spraying the town of Ituzaingo with agrochemicals would serve a prison sentence. But that did not happen.

Two of them were found guilty of environmental contamination and sentenced to three years probation… The third one was acquitted of all charges.

"Nobody went to jail. This trial shows that in this country there is only justice for the rich, for farmers. Nobody cares for the poor", said Maria Godoy who lives in Ituzaingo, not far away from the provincial capital.

'They are murderers'

Susana Marquez has had 15 miscarriages and of the two children she was able to deliver both were born with heart defects. Only one of them is still alive. Lourdes is seven years old and blood tests show high levels of agrochemicals in her system. Susana blames two ranch owners and a pilot who are currently on trial for spraying her town with pesticides and herbicides.

"They are murderers how they sprayed the area indiscriminately. This is no coincidence. I lost 16 babies because [of] those beasts. And I live in fear because my daughter is sick, we have no money to pay for the surgery she needs", she told me.

It all started when the newborn baby of Sofia Gatica, one of the mothers, died of kidney failure in the same town in 1999. That's when women in this poor town started to gather information about what was going on. They realised that cancer rates in their town where at 40 per cent higher than in other parts of the country. A study carried out in 2010 showed that 80 per cent of the tested children here had agrochemicals in their blood.
The ranch that was fumigated by land and air is one street away from many of the houses where people later on got sick.

Argentina is the world's third-largest soybean exporter and its economy has become highly dependent on it... Much of that soybean is grown in Cordoba where farmers use large quantities of agrochemicals like the glyphosate.

Those behind the lawsuits hoped the trial would put industry standards on the stand as well. But Government officials say there is no need for any major policy changes. "I don't think that Argentina's productive system has to be transformed. What they have to do is respect the thousand or fifteen hundred meters imposed when there are people living in the area," said Argentina's Human Rights Secretary, Andres Fresneda.

In spite of the anger and disappointment in the courtroom, lawyers insist that the trial was a milestone. "This is important because it has proved that some types of fumigation are a crime. This means that from now it won't be a mistake if somebody sprays a town and people will know that they can go to jail," said one of the victim's lawyers. He says that the trial will set a precedent as it's the first time that somebody is sentenced to prison for spraying in a banned area.

Scientists had hoped the sentence will set an example in Latin America. "Multinational companies have the complicity of the state but there is no doubt about the damages involved for human health of some types of pesticides. We hope that the sentence of the trial will set a precedent about the consequences of large scale farming", said Andres Carrasco from the Molecular Embryology Laboratory of the University of Buenos Aires School of Medicine. His studies published in the magazine "Chemical Research in Toxicology" have shown the damage caused by glyphosate in amphibian embryos even in smaller amounts than those used in agriculture.

But the lawyers of those accused insist the illnesses of Ituzaingo are not only related to agrochemicals. They also claimed they could also be the consequence of arsenic found in the water and electrical transformers that used to be placed in the town.

"This trial has been filled with ideologies between those who are against large scale farming and those who are not. The mistake is to put on the trial of three people what should be a national debate about agrochemicals and then reconsider Argentina's economic model. Those accused where using approved agrochemicals", said Sebastian Becerra, one of the defence lawyers.
Another trial is also under way with the same people accused and the same victims were prosecutors are trying to link the effects of Glyphosate and other agrochemicals with serious health effects. The outcome could further impact the types of products used not only in Argentina but also in countries like Brazil, Paraguay and Uruguay. This will also question multinational companies like Monsanto who claim their products are safe.

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martes, junio 26, 2012

asociando muertes con hechos

Argentina es increible. Todo pasa tan rapido. Un dia es una eternidad. Hoy leo en P12 que CFK ataca a Moyano en sus peleas mediaticas de ex-amigos-nuevos-enemigos. Y leo que 11 gendarmes que habian ido a sacar a los trabajadores que estaban bloqueando una refineria murieron en un accidente en la ruta volviendo a Rosario. CFK dice que hoy "algunos sectores producen muertes por actos injustificados" y despues de Vido dice "dieron la vida por la custodia de los bienes de todos los argentinos, particularmente de los chubutenses." Hasta donde pude ver la refineria Cerro Dragon pertenece al grupo Bridas (mitad China National Offshore Oil Corporation). Entonces, ¿cómo una refinería pertenciente a una corporación es de todos los argentinos? Y, ¿qué relación hay entre mandar a gendermería a sacar a un grupo de trabajadores ejerciendo una acción laboral, una toma es parte del tire y afloje entre Capital y Trabajo, y más muerte en las rutas argentinas (que son cada vez mas inseguras en parte por la acción del sindicato de camioneros encontra de la recuperación de los trenes para largas distancias)? Que alguien me lo explique. Y que conste que no quiero hacerle el juego ni a CFK ni a Moyano ni a Clarin ni a P12. ¿Estamos viendo como alla arriba se pelean y aca abajo nos morimos?

jueves, junio 07, 2012

Retomo... pero en el otro blog.

Voy a ver si escribo algo sobre mi proceso de escritura de tesis. Hoy empece. Vayan a http://radicalshortcutting.blogspot.ca/

jueves, febrero 23, 2012

DEL TREN BALA AL TREN BOMBA: Los 90 son una herida eterna por Alfredo Grande Agencia Pelota de Trapo

“En el truco, al saber le dicen suerte. En la política, a la crueldad le dicen tragedia”
(aforismo implicado)


“Las tres palabras que describen la situación de hoy, que son " tragedia, desgracia, y la del día luctuoso". (..) Normalmente en el Sarmiento son coches preparados para 250 personas por vagón y están llevando entre 2200 y 2500 personas en hora pico. Como estamos en febrero en este (tren) habría unas 1200 personas, con una particularidad: todos los que tomamos alguna vez el ferrocarril sabemos que es una costumbre muy argentina de ir a la punta del tren para llegar primero, para llegar antes, bajar antes, y no hacer colas, por lo que esos dos primeros coches estaban abarrotados de gente y mucha mas carga que la habitual. (..) que como el segundo tren se montó siete metros sobre el primero eso generó que el accidente tomara un ribete de tragedia, porque si esto hubiera ocurrido ayer, un día feriado, seguramente hubiera sido una cosa mucho menor, y no de la gravedad de lo que ocurrió hoy que es un accidente extremísimo y de muchísima gravedad". (Declaraciones de Juan Pablo Schiavi)


(APe).- Puede fallar. Frase atribuida a Tu Sam. No es lo mismo que una de las leyes de Murphy (no confundir con Lopez Murphy, el que creyó que podía recrear) que dice: “si algo puede salir mal, sale mal”. Y así fue. Salió muy mal. El dolor sin nombre, los desaparecidos como siniestra consecuencia de viajar en tren, la desesperada búsqueda de familiares en hospitales, para ocultar el terror de imaginarlos en la morgue. Dolor sin nombre, porque pensarlo trae algo de alivio, pero sentirlo es un cuerpo que se desgarra sin palabras que suturen las heridas. Pero no se trata de acompañar en el sentimiento. Hay sentimientos que por su densidad, por su insondable profundidad, se niegan a ser acompañados. En errancia solitaria, deambulan los afectos que no encuentran lugar donde descansar. Esta noche, mientras yo escribo, la desesperación que enloquece atraviesa cuerpos y almas, sin un segundo de quietud, y tampoco de esperanza. Pero el pensamiento fundante no retrocede porque sabe que en ninguna situación, tampoco en ésta, el silencio es salud. Pero algunas palabras pueden ser como los virus, portadoras de la enfermedad. Pienso que hay dos enfermedades del alma que tienen el potencial de destruir al sujeto, individual y social. La ingratitud y la crueldad. Alguna vez escribí que “para el cruel que me arranca el corazón con que vivo, cardo y ortiga cultivo, nunca más la rosa blanca” y por cierto, le pedí perdón a José Martí, el luchador sin odio, al decir de Gabriela Mistral. La crueldad es la planificación sistemática del sufrimiento. Por eso se diferencia de la violencia y de la agresión. Viajar en el transporte público, que no es “para todos” sino para los pobres, humildes, trabajadores, obreros (me olvido del tren de la costa que pasa por Puerto Madero, caramba, porque será?) en las horas pico, o sea, las horas que te trituran, es en sí mismo, una tortura. Hace algunos años, un obrero que volvía a su casa, viajaba en el techo del vagón. Se cayó y falleció, y el vocero de la empresa, aunque habría que decir el buchón de la Corpo, explicó que había una cultura de viajar de esa forma. Lo que nuestro secretario de transporte, que apela nuevamente al argumento de la cultura del usuario, tampoco explica, es cual es el origen de esa cultura. Por ejemplo: la asignación por presentismo, hijo putativo de la flexibilización laboral y cervical...¿tendrá algo que ver con esa impulsión a bajar rápido para hacer lo mas rápido posible la combinación con subte, colectivos, o simplemente, correr para marcar horario de entrada? Lo que nuestro secretario de transporte no dice, además de informar donde está Jaime, es que la cultura de viajar adelante, o ir hacia delante cuando se acerca el descenso, es efecto de la cultura represora en la cual nada como piraña en el agua el capitalismo serio. Y que la declamatoria acusatoria sobre los “marrones 90”, choca sin freno pero a mucho más de 20 km por hora, contra los paragolpes de la realidad. Clarín miente, Papel Prensa asesinó, las empresas de transporte público mienten y asesinan ahora. El desguace del ferrocarril además tiene daños colaterales como la epidemia de choques, la mayoría fatales, donde los camiones llevan la mejor parte, pero le dejan la peor a los automóviles y otras especies menores. Además de la contaminación, los ruidos, el colapso de tránsito, ya que dos camiones valen por diez piquetes. Además de la proliferación de empresas de “buses”, con la archiconocida super explotación de choferes y de los pasajeros. O sea que no se trata de hacer leña del tren caído. Se trata de entender quiénes son los responsables directos, los copartícipes necesarios de estas y de aquellas muertes. La lógica Cromañón sigue siendo hegemónica, porque no se piensa antes, sino que se lamenta después. Lamentos que transparentan ignorancia, hipocresía o cinismo. O las tres juntas. Nos cansaron diciendo que si se puede prevenir no es un accidente. Mucho menos una tragedia. ¿Entonces qué es? Estrago doloso no dice nada, excepto para el jurista. Seamos simples: homicidios calificados agravados por el vínculo del Estado con sus representados. Estoy casi seguro que ninguna y ninguno de los que ocupan algún lugar en la Corpo Estatal viaja en tren, o bondi, en horas pico. Y no pico, creo que tampoco. Decir que si el accidente hubiera sido un día feriado la tragedia hubiera sido menor, roza, hasta diría que choca, con el paragolpe del delirio. ¿Será la solución que todos los días sean feriado, así los accidentes generan menos víctimas? Nuestro secretario de transporte dijo que se realizará un profundo “auditaje”. Hasta ahora, creía que era “auditoría”, pero a lo mejor es una condensación entre auditoría y chantaje. Buscarán con lupa a la izquierda siniestra que ocasionó el accidente, a los gorilas disfrazados de pasajeros que se amontonaron en los dos primeros vagones, en fin, toda la parafernalia para no reconocer algo simple: no tenemos tren bala, tenemos tren bomba, los 90 están entre nosotros. Y eso no es serio: es grotesco. Confundir capitalismo serio con hegemonía mafiosa es un error político en el mejor de los casos. Toda corporación, y hay muchas en la Argentina, tienen una lógica mafiosa. Para la memoria colectiva, hasta Cavallo denunció que las mafias lo perseguían. En las declaraciones de nuestro secretario de transporte, no hubo una sola mención a la Empresa Concesionaria del “servicio” TBA. Causa Ferroviaria lo denuncia con precisión:
“La conversión de formaciones eléctricas Sorefame, traídas de Portugal, para ser remolcadas por locomotoras Diesel es reveladora de que toda la inversión estatal se transforma en retornos para los funcionarios y en una regresión tecnológica. Esas formaciones son producto de una compra multimillonaria de material obsoleto de la mano del ex secretario de Transporte Jaime (hoy procesado, pero libre y participando de actos oficiales)” Y sabemos que en toda cultura represora, el que calla otorga, y lo que otorga es impunidad. Que no es solamente jurídica, aunque también, sino fundamentalmente política. La peor de todas. Porque no tiene apelación posible. La Presidenta suspendió el carnaval y la aparición en actos públicos por dos días. O sea: el 54% no habilita todo. Ahora deberá suspender el “otro carnaval”: el de los funcionarios funcionales a un orden predador que mata con la misma cobardía y crueldad con que las empresas financiaron el terrorismo de estado en la llamada dictadura militar. Además de la renuncia inmediata, o el despido más inmediato aún, a nuestro secretario de transporte le cabe recibir una fuerte dosis de justicia por mano propia: viajar en las horas pico durante años en el ferrocarril, y tener un empleo en el cual su salario necesite el presentismo. Por lo tanto, viajará en los vagones de adelante, rezando que el nuevo funcionario se haya ocupado de hacer tronar el escarmiento a TBA. No tendremos tren bala, pero tampoco queremos otro tren bomba. Nunca más.