martes, marzo 28, 2006

Última nota: nuestro río uruguay y nuestro derecho a trabajar. Por hoy ya basta (no subo más notas), pero me da bronca como tratan los medios el lío del río: los que están implicados quieren trabajar y tener un río. Los que están en MVDO y BA les importa nada. Para ellos son "ambientalistas". Son los ciudadanos de ambos lados los que preocupados se involucran y tratan de influir las decisiones digitadas desde lejos.
Aca va un artículo de lavaca.org:

08/03/2006

lavaca en Gualeguaychú
Señales
anticopyrightDurante los últimos días el gobierno provincial, el nacional, y hasta los intendentes de Entre Ríos presionaron a la Asamblea Ciudadana de Gualeguaychú para levantar el corte de ruta. Todo resultó muy movilizador: más de 10.000 personas fueron al piquete a reforzar la medida, que tiende a profundizarse. Las llamadas personales del gobernador Busti a los asambleístas. Las razones para entender el corte, y la horizontalidad de la asamblea frente a la disgregación de la política “representativa”.


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Junto a la ruta 136, unas mujeres toman mate y planean casi en secreto encadenarse en la ruta si el gobierno provincial cumple con su amenaza de ordenar el desalojo del corte. Ya tienen listas las cadenas, los candados y banderas argentinas en las cuales envolverse. Una duda: no saben por ser tantas, las cadenas no alcancen. La amenaza surgió luego de que fallaran todas las presiones para levantar el corte.

Un poco más allá, mientras los vecinos van acomodando sus reposeras para participar de la asamblea, María Elena cuenta a lavacaque estaba visitando a su mamá de 90 años, cuando sonó el celular y la voz en el teléfono anunció: "Soy Jorge Pedro Busti". Traducción: el gobernador de Entre Ríos.

La mujer pensó que era una broma de alguno de sus amigos de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú. Casi borgeanamente, Busti tuvo que explicarle que no es otro, sino él mismo (en el caso de los dirigentes políticos siempre pueden caber dudas). María Elena comprendió que efectivamente el gobernador había conseguido de algún modo su celular, y llamaba para pedirle el levantamiento del corte de la frontera con Uruguay, que ya lleva más de un mes en Gualeguaychú, y va para tres semanas en Colón.

María Elena es una de las personas reconocidas en la asamblea por sus intervenciones y su dedicación. Pero la asamblea es horizontal, no hay dirigentes. Sin embargo Busti, intentó conseguir selectivamente celulares y jugar el juego de las presiones personales para levantar mansamente el corte, sin exponerse ante una asamblea que no baja de 500 personas y que en minutos puede congregar a miles. (Con un riesgo extra: esas personas, borgeanamente, ya han perdido la noción sobre cuál Busti es el verdadero).

María Elena habló con educación entrerriana, pero nunca perdió de vista que lo suyo es parte de una voz y una acción colectiva:

Cuenta María Elena:

-Me empezó a decir que había que dar una señal, despejando la ruta por lo menos por unos días. Como yo no le contestaba me dijo: "o algunas horas, el Presidente (Néstor Kirchner) necesita una señal, un gesto para poder negociar". Yo no le contestaba: "Hola, ¿me está escuchando?" Sí, le dije, y estoy analizando lo que me está diciendo. "¿Y usted qué opina?" me preguntó. Y, que la señal la tendrían que haber dado el doctor Kirchner y el doctor Tabaré (Vázquez, presidente uruguayo) para que no lleguemos a esta situación. "Pero el Presidente ahora necesita iniciar un diálogo con Tabaré, para eso necesita que por lo menos levanten el corte".

-Es raro: podrían dialogar aunque haya corte, o justamente porque lo hay.

-Obvio. Yo le dije a Busti: usted pide algo que no merecen ni uno ni otro. Tabaré nos bastardea todo el tiempo, desde él hasta el periodista más insignificante nos dicen de todo. Con esa falta de respeto no nos pueden pedir algo a cambio de nada. Y Busti me dijo: "a mi también me bastardean".

(Aclaración: es posible que Busti se haya referido a las declaraciones del escritor Mario Benedetti, sobre pedidos de coima tan elevados que hicieron que las empresas desistieran de instalarse en Entre Ríos, y emigraran a Fray Bentos).

-¿Y usted qué le contestó, María Elena?

-Le dije: mire doctor, si lo bastardean hágase cargo de lo suyo, que nosotros nos hacemos cargo de lo nuestro. Me dice: "Sí, me hago cargo". Y yo seguí explicándole que Kirchner tampoco merece que hagamos algo, porque nunca dio una señal de que le interese el tema de la contaminación, ni la asamblea, ni nada. Es un Presidente que todo el tiempo parece que hace lo que quiere, pero siempre desde arriba de las tribunas. Y acá no hace nada.

-¿Busti qué le respondió?

-Me insistió con que era importante levantar el corte para dialogar. Yo le dije: "Si para Tabaré no es importante detener la construcción de las empresas para dialogar, entonces pueden dialogar aunque sigamos el corte. Mire gobernador, le dije, los grandes hombres se demuestran cuando hacen, no cuando dejan de hacer. Si ellos no están capacitados para resolver el problema, deberían aprovechar alguna reunión del Mercosur. Porque si se abre la cosa a una de estas empresas, se van a venir todas. Él entonces dijo que si dejábamos pasar los autos, se podía detener a los camiones con una ley que él podía hacer para detenerlos en la ruta 20, si llevan materiales o mercaderías para las empresas.

-¿Qué le pareció la idea?

-Le contesté: Botnia (la empresa finlandesa productora de pasta celulósica) le da espejitos de colores al Uruguay. Pero usted no nos venda papelitos de colores a nosotros, usted es abogado y sabe que es imposible detener los camiones. Aquí ya pasaron todos los que llevaban acero y hierro. Usted tiene que entender que la papelera nos va a matar. "No, el problema es para todo Entre Ríos" me dijo. Si usted lo sabe, ¿cómo nos pide que levantemos el corte? Y contesta: "Es que hablando podríamos ir buscando una solución".

-¿Qué significaba la palabra "solución"?

-Era lo que a mi me preocupaba. ¿Usted me está hablando de tecnología nueva, de monitoreos a las empresas? Me dice: "No, pero podría nombrarse a una comisión a nivel mundial de técnicos y especialistas para que dictaminen si la fabricación es contaminante o no". Le digo: ¿pero usted no mandó a hacer un estudio de pacto ambiental que lo pagó la provincia? "Sí". ¿Y no fue malo? "Sí". ¿Y por qué no se lo lleva a Kirchner para que lo lea, para que por lo menos se entere? "Bueno, pero es distinto una comisión a nivel mundial".

-El fundador del partido del señor Busti decía que para no resolver un problema jamás, lo más conveniente es crear una comisión que se haga cargo. Pero ¿una comisión mundial?

-Por eso le dije que en los tribunales internacionales Argentina siempre pierde por lo inoperantes que son todos los que mandan ahí. No nos exponga a eso porque no van a resolver nada, y todos sabemos que las plantas contaminan. Y lo que ni usted ni el doctor Kirchner entienden es que no queremos a las pasteras acá. No las queremos ni con monitoreos ni con promesas de tecnología nueva ni nada.

-No aceptan la propuesta de la "producción limpia".

-No existe lo limpio. Pero él me dijo que hay productos como el agua oxigenada para hacer el proceso. Pero yo le dije que las pasteras no quieren esos procesos, porque el papel no sale tan blanco como con el dióxido de cloro, que es una de las cosas que más contaminan. Entonces Busti me dijo que en Estados Unidos usan un papel muy blanco trabajado con agua oxigenada.

-Ya hablaban del agua oxigenada.

-Sí, pero le dije que yo sé lo que me han dicho los técnicos, y que esa es una discusión técnica. "Bueno, pero hay que dar una señal", dice. Y yo: ¿usted sabe lo que va a pasar el día después? "¿Qué me quiere decir?" Lo que oye, ¿qué va a pasar el día después si levantamos el corte y las pasteras se siguen construyendo, qué va a pasar con la gente de Gualeguaychú?

Me contesta: "Bueno, nosotros vamos a estar trabajando..." No, le dije, no es cierto. Y le voy a hacer una comparación, y capaz que usted piensa que exagero. Pero ¿qué pasó el día después con los chicos de Malvinas? Tenemos más muertos por suicidios que en la guerra. ¿Cómo nos va a solucionar esto cuando tenemos mujeres que están en la ruta hace más de 30 días, a 40º de temperatura, porque no quieren que esas pasteras les maten a los hijos? ¿Cómo les explica que levantar el corte sirve para algo? A mí, no me cabe en la razón.

-¿Y él qué dijo?

-Que no es así. Y eso me hizo enojar: ¿ahora dice que no matan, cuando antes prometió cortar los puentes, el gas y hasta el río poco menos, para que paren de construirlas? ¿Ahora dice que no pasa nada? Y me dice: "Bueno, María Elena, me gustaría que usted lo piense". ¿Usted sabe con quién habla? le pregunté. Se quedó callado. Usted no se acuerda, pero cuando usted subió a la gobernación, pidió que cada ciudadano denunciara los casos de corrupción que conocieran. Yo le llevé una carpeta porque trabajaba en el Instituto del Seguro, y ahí demostraba cómo se habían robado un millón de dólares. Después se supo que eran cuatro millones. Pero yo tenía los comprobantes de un millón. Se lo alcancé y le dije: por favor doctor, haga algo. Del otro lado de la línea Busti seguía callado. ¿Y sabe qué hizo usted, doctor? Me echó, pidieron mi cabeza por hacer la denuncia. Todo lo de la corrupción que usted decía era un engañapichanga. ¿Está haciendo lo mismo ahora? ¿Está entrampándonos diciendo una cosa, después la otra? A mi me parece algo doctor: que usted está equivocado.

-¿Qué le contestó?

-Nada. Me volvió a pedir que lo pensara. Le deseé mucha suerte en sus gestiones. Y le dije: Yo voy a ser una de las que me voy a quedar en la ruta aunque me pasen por arriba los camiones que mande para sacarnos.

El señor Busti parece haber encarado la cuestión según la clásica receta de la zanahoria y el palo, utilizada para los burros. Con la zanahoria de los llamados telefónicos intentó establecer una comunicación personal, mientras anunció públicamente que terminará ordenando el desalojo por la fuerza de quienes cortan la ruta. Esto motivó la manifestación de 10.000 personas del pasado fin de semana: ni palo ni zanahoria. Por jugar con las proporciones de acuerdo a los habitantes, esa movilización equivale a una marcha de 350.000 personas en la Capital Federal.

Pañuelos blancos, pañuelos verdes

Siguen sumándose autos que llegan a la ruta, reposeras y termos con mate. Los chicos juegan sobre el asfalto pintado de mil colores, o andan en patín. Héctor de la Fuente es presidente del Concejo Deliberante de Gualeguaychú, integrante del oficialismo comunal (partido Nuevo Espacio), está por irse, porque apoya la asamblea pero intenta no participar en las reuniones.

-Tanto el intendente (Daniel Irigoyen) como yo no participamos para que nadie piense siquiera que podemos direccionar alguna decisión, pero eso no implica que no apoyemos esta expresión de los ciudadanos.

- Es un cambio fuerte para una mentalidad política tradicional: en lugar de dirigir, subordinarse a la asamblea de ciudadanos.

- Es un cambio fuerte. Pero tenemos que apostar a ese cambio.

- Recién María Elena nos contaba su conversación con Busti. ¿Por qué cree que la asamblea insiste con no levantar el corte pese a las tentaciones y presiones?

-Porque no hay nada concreto. La asamblea hace una petición concreta para dialogar: paren las obras. Detengan a los camiones que llevan materiales o insumos para las fábricas. Pero no hay ninguna respuesta. Del lado del gobierno uruguayo se dice: levanten el corte, continuamos la construcción de las papeleras, y dialoguemos. Ante esa intransigencia, los ciudadanos se defienden con lo único que tienen como elemento de defensa (señala la ruta): el corte. Todos lo han entendido así, y por eso va a seguir.

- Aunque los acusen de "radicalización", "fundamentalismo" y otros piropos por el estilo.

-Mire, aquí no hay una postura caprichosa, sino totalmente racional. La otra posibilidad es un engaño: si la asamblea levanta el corte y Botnia se sigue construyendo, todo es un gran engaño.

-En su partido, Nuevo Espacio, también han defendido la idea de que el corte podría levantarse para dar una señal y dialogar.

-Es una idea que en algún momento se pudo barajar, no fue alocado pensarlo. Pero los acontecimientos le han dado la razón a aquellos que tuvieron la postura firme de no levantar el corte, de no moverse de la ruta. Y eso fue inmediatamente convalidado por la movilización de 10.000 personas o no sé cuántas: lo que le garantizo es que fue im-pre-sio-nan-te.

-¿Cuál es la amenaza concreta para el corte?

(María Elena) -Que manden la gendarmería, aunque sería un costo político muy alto para Busti, y más para Kirchner. Ya le dije a ustedes hace poco: Kirchner le sacó el pañuelo blanco a las Madres, pero al final nos va a terminar poniendo el pañuelo verde a nosotras. Yo soy muy constante y le aseguro que vamos a seguir acá aunque nos quieran sacar a la rastra.

La delegación del poder

María Elena recuerda que el estilo de las empresas responde a un patrón:

-Llegan a un lugar, regalan juguetes caros a los niños para meterse en las familias, vales de nafta, regalos de toda especie y hasta tienen un programa de televisión con un personaje que se llama Ecologito. A los chicos les regalan plantitas de eucaliptos para que aprendan a plantarlos, como si eso fuera un gran avance ecológico.

El eucalipto en realidad es la materia prima para las pasteras, y un árbol muy dañino para cualquier otra producción por el agua que consume. De la Fuente:

"No se pueden hacer proyectos políticos sin un centro fuerte en el tema ambiental. Por eso se habla de desarrollo sustentable. Es el gran desafío de la región. Y hay que pensar políticas en común para el desarrollo. Estas plantas atentan contra la agricultura, la ganadería, van a traer problemas serios al turismo que en toda la zona venía creciendo mucho. Están matando a la gallina de los huevos de oro, por unas plantas que van a traer algunos puestos de trabajo, pero donde la mayor riqueza se va a ir: acá van a producir la pasta contaminante, generando poco empleo, y la industria del papel la instalan en Europa. Son las multinacionales, las corporaciones: es el modelo neoliberal que parecía que en Latinoamérica estaba cambiando. El corte permite ver que no".

-María Elena antes decía que a Kirchner no le interesa la asamblea, ni los problemas de Gualeguaychú. Usted, como político que viene del peronismo, ¿qué piensa?

-María Elena es firme por su personalidad y su lucha, pero yo no creo que a Kirchner no le interesen la asamblea ni los vecinos. Pero sí me preocupa algo que ella decía: este no es un problema que viene de ahora. Ya en el 2003 hicimos una enorme caravana al puente, fue en la práctica el primer corte de ruta. Después, el 30 de abril del 2005, la movilización fue de 40.000 personas. Y lo que uno ve es que jamás hubo una reacción del poder político nacional.

-El vacío político hizo que nazca la asamblea para tomar el problema en sus manos.

-En una postura que se termina confirmando como correcta. Pero usted hablaba de una forma diferente de pensar la política, y creo que ahí está la cuestión. Si se mira la historia de nuestro país, los políticos, y me asumo como tal, han sido los que han tenido poder de decisión desde la llegada de la democracia. El pueblo, el ciudadano, dejó en manos de los políticos absolutamente todas las decisiones. Bueno, llevamos más de 20 años de democracia, y acá tenemos los resultados. Vemos cómo está el pueblo argentino. En la medida en que el ciudadano empiece a comprometerse, como en este caso, las cosas van a cambiar. Porque aquí el que gobierna lo hace por delegación.

-Exacto. Se vota y se delega poder. Y después uno se arrepiente.

-Claro, porque una cosa es votar y olvidarse, y otra cosa es decir: yo voto, pero sigo adentro del tema, y controlamos todo lo que hacen ustedes en el gobierno. Ustedes en lavaca publicaron algo así como que los políticos saben que el bien existe, porque lo prometen antes de las elecciones.

-Es una teoría de María Elena. En esos momentos saben que hay cosas buenas, y prometen hacerlas. Después viene el Alzheimer.

-Eso es lo que hay que evitar. Por eso es la fuerza de esta asamblea.

La trinchera como contención

-¿Hubieran aceptado dejar el paso libre a todos salvo a los camiones con materiales para las empresas pasteras?

María Elena:

- No, porque no es manejable cómo controlarlos, y porque no es saludable para nosotros.

-¿Saludable?

-Claro, psicológicamente estamos con un corte de más de un mes acá, y uno de casi 20 días en Colón, atacados desde Uruguay, Argentina, de todos lados. Si empiezan a pasar vehículos, nosotros sentados a un costado, tal vez aparezca la burla o el comentario no muy grato, que puede provocar reacciones. Eso sería difícil de manejar. Yo convivo con la gente, y más le digo: esta trinchera, mientras se mantenga, es una contención a algo más grave.

-¿Por ejemplo?

-La gente habla conmigo, y hay cosas que dan escalofríos. Es por la impotencia de no ser escuchados. De golpe me dicen: "no te hagas problema, que de cualquier manera vamos a evitar lo de las plantas". Y ese "de cualquier manera" a mí no me gusta nada. Entonces, levantar el corte y que las papeleras se sigan construyendo, sería una burla muy grande.

De la Fuente:

-Ahora, el corte es el que permite discutir estas cosas, incluso cuál va a ser el modelo de desarrollo. Si participamos en un Mercosur, seguramente los otros países podrían invertir para generar en el Uruguay otro tipo de desarrollo.

-Pero Héctor, no lo hacen en su propio territorio donde también funciona el monocultivo y la depredación ambiental con un entusiasmo inoxidable.

-Pero si hay plata para pagar la deuda externa: ¿cómo no vamos a tener plata como para colaborar con el desarrollo del Uruguay, o con un desarrollo propio que sea sustentable en serio?

-Según el argumento oficial, al pagar la deuda hay más autonomía de decisiones. Si esto que usted postula no se hace, es porque no hay voluntad de hacerlo.

-Es complicado, pero hay que salir del viejo modelo para que algo cambie.

Emilio, un vecino sumado a la conversación, postula otra idea:

-Esto es una semilla de rebeldía del pueblo con las autoridades que no hacen lo que tendrían que hacer. Por eso vienen a vernos de otras resistencias, para ver cómo lo estamos llevando adelante. Y vamos a lograrlo. Si seguimos acá el desgaste va a ser de ellos, los que no van a poder aguantar son Tabaré y Kirchner. ¿Sabe por qué?

-Dígame.

-Porque tenemos tiempo.

- El manejo del tiempo suele ser crucial en estos casos.

-Claro. Ellos apuestan a nuestro desgaste, dicen. Pero ¿cuánto tiempo vamos a poder molestarlos para que ellos hagan algo?

-¿...?

-Todo el tiempo necesario. Porque nosotros sentimos que estamos jugándonos la vida. Ellos son autoridades que viven lejos y si actúan bien o mal, la historia lo dirá. Pero nosotros vivimos acá, y acá vamos a dejar la vida.

El desierto verde

Alfredo De Angeli es dirigente de la Federación Agraria, y como tal se sumó a la asamblea defendiendo a los productores de la zona.

-El sistema productivo va a desaparecer si esto sigue. El valor inmobiliario se cayó. Por un campo de 2.500 dólares ya no te dan más de 1.500. se puede producir, pero como es zona contaminada no te compran más carne, cereales, miel ni nada. Ojalá me equivoque pero dentro de diez años ¿sabés qué va a haber aquí, lo único?

-No sé.

-Eucaliptos, sólo eucaliptos. El desierto verde, como Uruguay.

-¿Desierto verde?

-Claro, un monocultivo con muy poca gente, cada vez más concentración de tierras, sin contar todo lo otro: contaminación del río, lluvias ácidas y demás.

-¿Cómo ve al gobierno?

-Fui uno de los que se reunió con Kirchner. Muestra preocupación. Yo creo en él. Lo que pasa es que es muy difícil saber qué hacer.

-Otros en la asamblea no le tienen confianza.

-Bueno, entendemos cosas de manera distinta. Pero es lo bueno de la asamblea. No coincidir es bueno porque de los errores de uno aprende el otro.

-En la Argentina cuando hay diferencias, muchas organizaciones se rompen.

-Pero en realidad hay que aprender que cuando hay más ideas, eso enriquece más. Equivocadas o no, pero muchas: para poder discutir y hacer lo mejor.

Democracia directa

Ya es de noche, empieza la asamblea. Hay micrófonos y parlantes, y las reposeras instaladas en la banquina. Son unas 400 personas participando (día tranquilo, porque el día anterior había sido el gran acto de 10.000 manifestantes). Uno de los abogados relata el avance de las distintas causas, incluido el rechazo judicial a detener a los camiones con materiales para las pasteras. Luego hace una acotación sobre la propia asamblea, a raíz de algunos desencuentros previos:

-La horizontalidad no es otra cosa que la democracia directa. Nadie se siente con la posibilidad de imponer una decisión. Se hacen propuestas, se respeta la voluntad de la mayoría y se sigue adelante. Pero la democracia no es sólo respetar a la mayoría, sino también a la minoría. Seguir, por supuesto, el voto de la mayoría, pero permitir que quien esté aquí diga lo que piensa, proponga las estrategias que le parezcan más lúcidas, y lo pueda hacer con la libertad de que no va a ser chiflado (un gran aplauso coronó esto último). Si inhibimos este tipo de participación perdemos riqueza, y sería un grave error.

Otro señor se acercó para acotar: "Hay que respetar a todos, pero también es bueno que todos hablen sin provocar. Si logramos eso, la asamblea va a ser indestructible".

Otro señor, José María, había traído un documento para ser sometido a consideración de la asamblea. Un párrafo:

"El no a las papeleras es un ideal colectivo de toda la sociedad, no un capricho comunitario ni una protesta aislada de un grupo de activistas como algunos medios y dogmáticos del progreso, con visión en la nuca, intentan hacer creer. No estamos en contra del progreso ni queremos vivir en la ruta". Habló luego de la inoperancia del Estado que tal vez pensó que las leyes forestales uruguayas para la masiva plantación de eucaliptos "eran para tener más sombra". Cabe recordar que en Entre Ríos hay aún más territorio plantado con tal especie, materia prima para la pasta celulósica. Los que lo hicieron tampoco buscaban sombra.

Una señora leyó luego otro documento elaborado por otro grupo: "Los ciudadanos movilizados no son la causa de este conflicto sino su consecuencia". Pidió que los medios sean más leales a las palabras y a lo que ocurre en la asamblea.

Víctor Hugo, Masliah, Artigas y Galeano

Luego aparecieron los integrantes de un conjunto llamado Los Naufragos. En los 70 tuvieron fama con temas como "De boliche en boliche", "Zapatos rotos" o "Yo en mi casa y ella en el bar", temas que siguen reestrenando de modo inagotable. Con el mismo estilo musical (por así llamarlo) compusieron una canción dedicada al tema de las pasteras. Llegaron para hacerlo conocer y difundirlo si la asamblea les daba el visto bueno. Califican al Uruguay de "paisito", y balbucean estrofas como "De allí salieron monos grosos, Artigas, Galeano, Masliah y Víctor Hugo, un día apareció un billete, se fueron fulero para un basural". Los comentarios que merezca tal lírica y tal enumeración, quedan a cargo de los lectores.

La gente de la asamblea aplaudió, tal vez por pura cortesía, pero aniquilando toda esperanza: el tema será difundido en Buenos Aires. Muchos estaban muy divertidos tarareando esa especie de sub-jingle. Alguien se acercó para decir cosas desagradables sobre el relator uruguayo Víctor Hugo Morales, y el integrante del conjunto musical dijo: "Es uno de los que le lavan el cerebro, igual que Masliah. Los uruguayos tienen todos el cerebro lavado". Los que se ilusionan con el fallecimiento del nacionalismo abyecto y de la estupidez humana andan en problemas, acaso en las dos orillas.

El corte continúa, aunque nadie sabe bien en qué medida el conflicto puede llevar a la asamblea a este tipo de repertorio, capaz de generar todos los naufragios.


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