miércoles, febrero 27, 2008

Mejor perderlo que encontrarlo.


Desagradable. Muy. Desagradable. Acabo de volver del recital que dieron César Lerner y Marcelo Moguilevsky en el Norman Rothstein Theatre en el marco del festival Chutzpah
El recital estuvo buenísimo, fui con Brent un compañero de la universidad. Hasta ahí todo bien. La pasamos bien, la música muy buena, había un percusionista invitado medio loco que ya lo había visto antes tocando.
La cuestión que faltando dos o tres canciones para que termine el show se escucha a alguien que grita "tocá un tanguito", todo bien, algún argentino melancólico. Si bien el recital de LyM estaba dentro del marco de un festival judío donde la mayoría de los músicos que viene a tocar hacen Klezmer, parecía una nota de color. Además Moguilevsky contó al principio en inglés que los antepasados suyo venían de Rusia y los de Lerner de Polonia y que sus abuelos tocaban y oían klezmer pero que después se había perdido, nadie lo tocaba. Y ellos tuvieron que recrearlo un poco escuchando discos antiguos pero con poco contacto vivo con gente tocándolo. Que ellos estaban mezclándolo con lo que los rodeaba en Argentina: tango, folklore, etc.
Pero el argento volvió a la carga cuando terminó el show y LyM volvían por los bises: "toquen algo de Argentina", después algo peor "toca algo de donde naciste".
La gente se reía porque la mayoría a parte de los argentinos o latinos no entendía un pomo.
El show termina y nos estamos levantando para ir y escucho un tipo a los gritos "no puede ser, es una falta de respeto, no tocaron ningún tema argentino". La gente lo miraba medio raro.
Cuando estábamos por salir me cruzo con un amigo de Gastón que siempre vemos en sus cumpleaños y con Marta y Ricardo (los argentinos de Rafaela con los que a veces nos juntamos para cenar, ella es una socióloga y el ingeniero civil los dos retirados). Comentamos entre nosotros que el tipo era muy desagradable, que en realidad lo que estaba diciendo era que esa música judía no era argentina, y por extensión esos judíos tampoco lo eran. El amigo de Gastón me dijo "seguro que era un milico que quería escuchar un tanguito".
Menos mal que no está más allá, pero lo tenemos que aguantar acá.
La verdad que son esa gente que mejor perderla que encontrarla.
(La cara medio como que daba para milico)

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