Oscar, el gato que ve muertos
Un felino vaticina la muerte de los pacientes de un geriátrico norteamericano dos horas antes de que se produzca. El médico que lo descubrió repasa su historia en un libro
Su pelaje blanco y gris con algunos toques negros lo hace fácilmente confundible con un gato callejero. Sin embargo, al verlo con su caminar tranquilo por los pasillos de la residencia de ancianos Steere House (Rhode Island, EE UU) todo cambia. Su presencia impone, o más bien aterroriza, a las visitas. Una inscripción alerta de sus 'poderes' a la entrada de la tercera planta, la dedicada a cuidados paliativos: 'Por su compasiva atención, esta placa está dedicada a Oscar el gato'. Aquí el felino no está considerado como un ángel de la muerte peludo... aunque vaticine las últimas horas de los pacientes que aguardan en sus 41 camas el final de sus días. Su especial don ayuda a dar la voz de alarma entre el personal sanitario. Lo primero que hacen al verlo enroscado en la cama de alguno de los enfermos es levantar el teléfono para llamar a los familiares. Significa que al enfermo le queda poco. Gracias a Oscar le pueden dar el último abrazo a su ser querido.
Hasta el momento ha predicho con exactitud cincuenta muertes en los cinco años que lleva acogido en el centro. «El gato siempre se las arregla para aparecer en la habitación y siempre lo hace en las últimas dos horas», detalla el médico David Dosa, quien lanzó a Oscar al estrellato hace unos años tras publicar un artículo sobre su innata capacidad en la revista 'New England Journal of Medicine'. Ahora vuelve a tomarlo como base para su nuevo libro, 'Making Rounds With Oscar: The Extraordinary Gift of an Ordinary Cat' ('Haciendo la ronda con Oscar: El extraordinario talento de un gato común'), un relato con el que pretende animar a quienes tienen un familiar con una enfermedad terminal. Además, con la ayuda del felino intenta desterrar los mitos de que las residencias son «fábricas horribles donde la gente va a morir».
Ajeno a todo el revuelo suscitado sobre su curioso talento, el peludo Oscar sigue atento a sus rondas por Steere House mientras miles de páginas en internet intentan buscar una explicación lógica a sus visiones. Incluso la pequeña pantalla explotó su historia en la serie 'House'.
«Mi impresión es que los animales son capaces de 'sentir' cosas que nosotros, como humanos, no podemos percibir. Creo que este gato es capaz de oler algo que nosotros no. Pero esto sólo es una suposición», comenta Dosa. El argumento de que el gato posee poderes paranormales convence a muy pocos especialistas. «Está más que contrastado que los gatos, al igual que los perros, pueden captar las emociones de sus dueños y brindarles su apoyo acompañándolos y dándoles cariño. Estoy convencida de que Oscar no tiene poderes; seguro que hay una explicación lógica detrás de todo esto», afirma Anneli Lofstrom, portavoz de la Sociedad Protectora de Animales de Málaga.
Pero ya sea un proceso químico o algo sobrenatural, su sexto sentido está más que contrastado. Su porcentaje de fallo es mínimo. Su felino olfato para la muerte puede batirse en duelo con cualquier médico... pero si se sube a una cama con un enfermo, poco se puede hacer. Las apuestas juegan a su favor. En la residencia todos recuerdan una tarde en la que los médicos estaban convencidos de la inminente muerte de uno de sus pacientes. Pero Oscar se negaba a acurrucarse junto a él y en su lugar eligió la cama de otro interno. El animal hizo pleno. Desde entonces nadie cuestiona los vaticinios de un gato adoptado para ayudar en las terapias del centro, que también cuenta con periquitos o conejos.
¿Y cómo llevan los pacientes la presencia del gato sabiendo que si se sube a tu cama es que no hay escapatoria? Muchos no son conscientes de ello al sufrir demencias severas. Ni siquiera sus constantes vitales dan muestra de que se roza el final. «Lo importante es que Oscar nos permite llamar a sus familiares para que se despidan de su parientes de la mejor forma posible», puntualiza el geriatra. Un momento íntimo que sería imposible sin las dotes de este felino con un sentido muy vivo de la muerte.
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