No sé bien por qué pero ha estado dando vueltas por mi cabeza la idea del parricidio en relación a la muerte de Nestor Kirchner. Él no era mi padre, ni el padre de nadie más que 2 hijos. Sin embargo, siento que en algún lugar la 'explicación' que podemos darle a la congoja y el dolor que produjo su partida en tantos cientos de miles o millones de personas sea un sentimiento parecido a la muerte de un padre. Y cuando muere alguien, tal vez más aún si es un padre, por más que sea por causas naturales, en algun lugar de los laberintos mentales-emocionales sentimos que 'algo' o 'alguien' lo mató. Pero no todos los que gobernaron este pedazo de tierra despertaron estas pasiones. Tal vez ninguno en los últimos 50 años. ¿Tal vez por eso muchos millones sientan que fue como si se muriera un padre?
Pero tal vez sea que, como dice Spinoza, en realidad ni el nacimiento ni la muerte pueden ser pensados. No son experiencias que puedan ser ubicadas en coordinadas espacio-temporales, son experiencias inasibles. Lo único que existe es el (deseo de) perseverar del ser. Somos la multitud que persevera en ser. Y aunque lo queramos o no estamos todos en el mismo barco. Por eso si somos una sola familia alguien lo tuvo que haber matado a papá.
Somos un nosotros como bien dice Marchetti. Pero como en el idioma qechwa o runa shimi en realidad existen dos nosotros uno inclusivo y uno exlusivo: el nosotros (todos) y el nosotros (sin-ellos). ¿Fue el sin-ellos del Nosotros que mató a papá? Y ahora aparecen esos primos y hermanos y tíos que quieren quedarse con la herencia, y que no pueden estar un minuto tranquilos. Lo mejor para la conciencia del ser que partió es ver que detrás suyo la familia está tranquila, que no se pelean ni pasan facturas, que estan contentos por todo lo que ese ser les ofreció, y que cada cosa o momento de felicidad se lo ofrecen a él para que siga su camino liviano sin quedarse atado a este mundo que dejó atrás. Che, diganle a esos que dejen de romper las pelotas.
Pero esos primos y hermanos y tíos que le hacían la vida imposible (que, ejem, al principio estaba todo bien, pero después él también los jodía y cagaba a patadas) son unos soberanos rompepelotas. No tienen paz. Tienen odio y no saben, ni pueden, ni quieren ubicarse. Ellos fueron los que le jodieron tanto la vida que al final lo terminaron matando. Pero me parece que cada vez estás más claro que aunque son de la familia no tienen nada que ver con nosotros. Y eso es algo que catalizó y ayudó a clarificar Nestor Kirchner. Ahora todo es bien clarito o por lo menos menos manipulado y sabemos quién está de qué lado.
Tal vez es un delirio esto que escribo. Yo tengo un sentimiento más anarquista de la política. Para mí lo político está en lo celular, en las relaciones cara a cara que uno genera. Descreo de la política partidaria y de la política pastoral del lider arriando el rebaño. En todo caso somos multitudes de lobos que coordinamos acciones dependiendo el contexto y el pretexto. Por eso no podría pensar en Nestor Kirchner como un padre, mi único padre es mi viejo. Pero hay y hubo algo que me hizo pensar en esto: el dolor de millones de personas que conmovidas fueron a la plaza y a la casa rosada es un dolor muy grande. La calle y la clase son un sentimiento. Uno siente que pertenece a la calle y pertenece a una clase y no a otra. Por eso las multitudes desbordaron las calles. Por eso una clase de gente, del nosotros inclusivo, con las que concuerdo en montones de cosas, gente que admiro y respeto, que quiero, cuando fueron a las calles, cuando lloraron y se movilizaron, me hicieron sentir que estaban conmigo y yo con ellos. Y me hicieron sentir que algo muy importante ha pasado y seguirá pasando. La familia está en orden.
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