miércoles, marzo 12, 2008

se va a extrañar por Gillespi

en relación a la partida de Guinzburg, interesante lo que dice de reir/pensar, es algo que también decía Nietszche de cómo el pensamiento crítico viene de lugares tan poco "intelectuales" como la risa y la danza.
---
sacado de su blog
Una tarde allá por los ochenta, caminando con mi viejo por los pasillos de ATC, nos cruzamos con una persona bajita que apareció repentinamente y que, con un tono zumbón, nos anticipó un: “¡Buenas tardesss!”
Mi viejo, sorprendido y por lo bajo, me dijo:
“Es Guinzburg, el de La Noticia Rebelde”
Esa fue la primera vez que lo vi y afortunadamente no fue la última.
Con el tiempo y a través de otro amigo en común, el inolvidable Castelo (con una sola ele, como acostumbraba remarcar siempre), pude conocer un poco más a Jorge, “el petiso” como le decía Adolfo.
Tuve oportunidad de compartir varios momentos con él. Recuerdo cenas, eventos, las tardes en Radio Mitre (el pase entre su programa y el nuestro), pero por sobre todo, la noche en que después de un concierto con mi banda en el Club del Vino, tuvo la delicadeza de pasar por el camarín a felicitarnos, gesto de sencillez que caracteriza a los grandes, al igual que aquella otra situación inolvidable que viví con el “Negro” Fontanarrosa y ya les he contado.
Sólo quiero expresar que hubo una raza de humoristas geniales, distintos y creativos. Los Guinzburg, los Castelo, los Abrevaya, que hicieron reír a la gente sin dejar de hacerlas pensar en ese mismísimo acto.
Nos mostraron que el humor no era solamente el tipo que pisa la cáscara de banana, sino que también podíamos reírnos de aquellas cosas que nos hacen miserables, sin sacar los pies de la realidad.
Sin ninguna duda, es una especie en extinción. Me pregunto:
¿Quién está rompiendo el molde que los fabricaba?
En una época de programas millonarios en producción pero pobres en ideas, donde hoy prepondera la inmediatez, donde todo es rating efímero y con gente efímera, la muerte de Jorge será otro espacio difícil de llenar, los talentos no abundan.
Este es mi recuerdo al "Petiso" Guinzburg.

No hay comentarios.: